miércoles, 14 de octubre de 2009

Dialogo entre Venus y Príapo

Príapo
.. Despierta, sí, cerrada
caverna de coral. Voy por tus breñas,
cabeceante, ciego, perseguido.
Ábrete a m i llamada,
al mismo sueño fue en tu gruta sueñas.
Tus rojas furias sueltas me han mordido.
¿Me escuchas en lo oscuro?
Sediento, he jadeado las colinas
y descendido al valle donde empieza
el caminar más duro,
pues todo, aunque cabellos, son espinas,
montes allí rizados de maleza.
¿Duermes aún? ¿No sientes
cómo mí flor, brillante y ruborosa
la piel, extensa y alta se desnuda,
y con labios calientes
‑coral los tuyos y los míos rosa-
besa la noche de tus labios muda?
¡Despierta!

Venus
¿Quién me nombra?
¿Quién persigue mis óleos seminales,
quién mí gruta de sombra
y navegar oculto mis canales?

Príapo
Quien solamente puede y se desvela,
levantado por ti de noche y día,
se atiranta en candela
y no se dobla hasta que el mar lo enfría.
¡Deja que te contemple!

Venus
Que te mire
déjame a mí también. ¡Siempre eres bello!

Príapo
¡Déjame que en tus selvas te respire!

Venus
¡Que me despeine en tu robusto cuello!

Príapo
¿Por qué dormías?

Venus
Todo era fingido.
Mi dormir no era más que desearte.
Tú alzas mi sueño cuando estás dormido.
Nací tan sólo para levantarte.

Príapo
¡Oh noche clara!

Venus
¡Oh clara luna llena!
¡Rayo directo que me inundas!

Príapo
Eres
taza de espuma azul, concha marina,
alga abierta en la arena,
paraíso de sal de las mujeres,
secreto erizo que en la mar trasmina.
Golfo nocturno, ábrete a mí, bañadas
del más cálido aliento tus riberas.
Sabes a mosto submarino, a olas
en vivientes moluscos despeñadas,
a tajamares, soles de escolleras
y a rumor de perdidas caracolas.
Sabes también...

Venus
Repósate un momento...

Príapo
El reposar es mi mayor tristeza.

Venus
También yo quiero repetir al viento
toda mi admiración por tu grandeza.

Príapo
Hincho las velas. Habla.

Venus
Eres trinquete,
palo mesana, torre indagadora
y, ardido del mas rojo gallardete,
cresta de gallo al despuntar la aurora.
Sales de un bosque, lanza o jabalina.
Redondos arables, de espejuelos
te alumbran cuando cazas.
Pende en los dos la gloria masculina.
Llenas las nubes, los cargados cielos
rebosan de sus tazas.

Príapo
¡Oh, ven más cerca! ¡Ven!

Venus
¡No! No me riegues,
amor, de blancos copos todavía.
Guarda, mi bien, esas nevadas flores
hasta que al fin me llegues
a lo más hondo de mi cueva umbría
con tus largos y ocultos surtidores.

Príapo
¿Qué quieres más?

Venus
Anhelo que me cantes
cosas que faltan. Mis alrededores
prometen sima al Sur y al Norte cumbres.

Príapo
Hacia ellas van mis rayos penetrantes,
su flor certera, sus certeras lumbres.

Venus
¿Qué ves, qué me iluminas?

Príapo
¡Oh precipicio, oh noche bordeada
de oscuridad también! ¡Despeñadero
que hacia las sombras solo me encaminas!
Te miro y más se hunde mi mirada.
Si la dicha es redonda, está en tu cero.

Venus
Pasa a los altos, sube a los alcores...
¿Qué ves ahora, dime?

Príapo
Un baluarte
de clavel y de nieve a cada lado.
¡Oh fortalezas! ¡Claros miradores
para clavar en ellos mi estandarte
y descender al bosque enamorado!

Venus
Dime si escondes para mi ventura
cosas que acaso yo no sepa.

Príapo
Escondo,
también allá en lo hondo
de una caverna oscura,
de blancas y mordientes
almenas vigiladas,
una muy dulce y de humedad mojada
cautiva...

Venus
Yo prosigo. Son los dientes
los que fijos la rondan y dan vela.
También yo otra cautiva como la tuya guardo. ¿ No la sientes?
A navegar sobre su propia estela
mírala aquí dispuesta, siempre viva.

Príapo
¡Oh encendido alhelí, flor rumorosa!
Deja que tu saliva
de miel, que tu graciosa
corola lanceolada de rubíes
mojen mi lengua, ansiosa
de en la tuya mojar sus carmesíes.

Venus
¡Flor contra flor!

Príapo
¡Qué blandos oleajes
ya por mis flancos tu alhelí resbala!

Venus
Gira la noche...

Príapo
Cantan los cordajes...

VenusCambia el viento... Dan vueltas los paisajes...

Príapo
Y hace en tus labios mi navío escala,
mientras tu fuente oculta, prisionera
de mi boca, entreabriendo
su dócil ya y sumisa enredadera,
dulce y quejosamente va fluyendo.

Venus
¡Oh bonanza!

Príapo
¡Oh tranquilo
descanso ahora! ¡Calmas, aunque plenas,
nuncios ya de los hondos y más duros
combates!

Venus
Desflecadas, hilo a hilo,
tus espumas descienden mis almenas.

Príapo
Tus arroyos y peces más oscuros
me corren por los labios todavía.

Venus
Un sabor a jazmín me permanece
y a tallo donde nada antes crecía.

PríapoA tallo que por ti de nuevo crece.

Venus
¡Oh asombro! ¡Prodigiosa,
mágica fuerza!

Príapo
¡Abismo que me atrae!

Venus¡Oh cima misteriosa!

Príapo¡Cima que sólo en ese abismo cae!

Venus
¡Qué mármol jaspeado!
¡Pálida, arquitectónica belleza!
¡Qué alto fuste estriado
de azules ríos! ¡Capitel armado
Para elevar el mundo en su cabeza!
Príapo
Avanzo ya.
Venus
La noche abrasa.
Príapo
Gotas
de esperma verde tiemblan los luceros.
Venus
Las dehesas remotas
de la luna, sus albos ventisqueros
se llenan de bramidos.
Del cielo penden signos genitales.
La Vía Láctea rueda sus henchidos
torrentes de amorosos sementales.
Príapo
Gruta sagrada, toco tus orillas.
Abre tus labios ya, siénteme dentro.
Venus
¡Oh maravilla de las maravillas!
¡Luz que m e quema el más profundo centro!
Príapo
Se confunden los bosques, las lianas
se juntan y conmueven.
En el pomar revientan las manzanas
y en el jardín copos de nardos llueven.
Venus
¡¡Qué bien cubres mis ámbitos! Sus muros
¡cómo me los ensanchas y los llenas!
¡Qué pleamar; que viento acompasados!
PríapoJaca y jinete, unísonos, seguros,
galopan, de corales y de arenas
y de espumas bañados.
Venus
Detente, amor. No infundas ese aliento
tan rápido a las brisas. Aminora
un poco el paso. Da a tu movimiento
u n nuevo ritmo ahora.
Príapo
Pondré en mis alas un volar más lento.
Venus¡Dulce vaivén! Rezuman mis paredes
las más blandas esencias.
Príapo
Desasidas
de sus más hondas redes,
ya mis medulas saltan encendidas.
Venus
Ten más el freno.
Príapo
¿El freno? Q uerencioso,
mi caballo se pierde a la carrera.
Venus
Sigo también su galopar furioso,
antes que derramado en mí se muera.
Príapo
¡Amor!
Venus
¡Amor! La noche se desvae.
Nos baña el mar. ¡Oh luz! El mundo canta.
Cae la luna... El viento...
Príapo
Todo cae
cuando el gallo del hombre se levanta.

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